Esta vez no ha podido ser!! Que le vamos hacer. Sólo le miro
la parte positiva, aunque cuando me ocurrió todo lo veía demasiado oscuro y
negativo y no paraba de preguntarme porque? "...Ahora,... y aquí justamente..., ahora que
estoy en la otra punta del mundo dónde yo vivo, que impoténcia tan grande que
llegué a sentir…"
Pero los días van pasando y como si de una ultra se tratase,
la parte negativa se va borrando de la mente, sólo quedan los bellos momentos y
bonitas imágenes de esta gran aventura que cómo digo siempre la Everest Trail Race es mucho más
que una carrera, es hacer amigos, ves formas distintas de vivir la vida y sentirla, vives de otro
modo muy distinto al que estás acostumbrado a hacerlo, compartes tus experiencias
y escuchas, ayudas, corres, comes, ríes, descansas y lo mejor, eres feliz, muy
feliz de estar ahí!!
El domingo 11 de noviembre salíamos desde El Prat con dirección
a Doha, para hacer una escala de unas 5h y luego emprenderíamos de nuevo rumbo
hacia Katmandú.
A la mañana siguiente, día 12, ya nos esperaba casi toda la
organización de la carrera en el Hotel Sanker donde pasaríamos unos días antes
y después de la prueba.
Día 13 tenemos libre aunque por la tarde teníamos, recogida
de dorsales, control de material, control médico y brifing muy interesante al
final concluyendo la jornada con una suculenta cena buffet en el mismo hotel.
Ala mañana siguiente toca levantarse pronto, ya lo hago con
malas sensaciones… Aunque no le doy importancia ya que los nervios en muchas
ocasiones me juegan malas pasadas.
Desayuno poquito, recogemos todo lo que necesitaremos para
correr los 6 días y para el autobús, que nos está esperando para emprender un
viaje largo largo y de máxima aventura hasta el pueblo de Jiri, dónde hay el
campamento. Por mucho que os cuente, es difícil de plasmarlo todo real como sucede
en Nepal, lo que aquí es fácil ahí no lo es tanto… Realmente hay que vivirlo,
no como yo que ya os contaré pero es brutal!!
Una vez en camino ya me doy cuenta que la cosa no funciona
muy bien y cada vez que paramos yo voy al “baño” de urgencia, cada vez con más frecuencia,
menos mal que he desayunado poco…
Lo peor empieza cuando hacemos la parada para comer, que
horror! No puedo comer nada del picnic que nos han dado, no puedo con el olor
que desprende, aún así intento comer el plátano que tenemos de postre. Imposible!!
Empiezan los vómitos!!
Veo que la cosa se complica más lo que nos queda de viaje,
estamos a la mitad del camino.
Cuando me levanto las piernas me tiemblan y mi cabeza no
para de pensar y de preguntar: Cómo voy a correr así? Aunque intento encontrar
el lado positivo en que menos mal que lo he pillado ahora y que en un par de días
ya me encontraré de fábula.
Llegamos al campamento ya oscureciendo y de cabeza a la tienda del médico, alguien tenía que inaugurarla
no?
Íñigo, el médico de carrera, me confirma después de darme el
tratamiento a seguir lo que yo llevo pensando todo el viaje, que en un par de días
como mucho haré limpio, que haga las 2 primeras etapas muy tranquilamente y una
vez recuperada ya podré remontar…
Me recomienda que tome mucho líquido, poco a poco porqué sino
mi estomago no lo asimila y es cuando me entran las nauseas. Me dice que no
cene porqué ahora la comida tampoco me va a sentar bien…
Me voy a dormir y parece que estoy mejor aunque por la noche
no paro de entrar y salir de la tienda que comparto con Núria Picas, por suerte
ella duerme como un bebé y de poco se entera, menos mal porqué sino vaya
nochecita que le habría regalado.
Este año igual que en la edición pasada, un par de cherpas nos
dan cada día los Good morniiing!! Café o té?? Y nos sirven las bebidas bien
calentitas para que nos vayamos despertando aún metidos dentro del saco
calentito.
El 1r día los cherpas ya no me encuentran en el saco, llevo
rato fuera de la tienda haciendo una larga excursión por el campamento, todo
está blanco blanquito del frío de toda la noche y madrugada aún así tengo tan
mal cuerpo que ya no sé si tengo frío o que…
Voy con los compañeros a intentar desayunar para empezar a
meter algo de comida en el estómago pero por mucho que lo intente y me obligue
me es totalmente imposible.
Recogemos todo el material técnico y personal nuestro que lo
tenemos que llevar nosotros encima nuestra espalda en cada etapa y nos
disponemos a salir después de que Jordi Abad nos haga el primero de los
brieffings.
A las nueve arrancamos a correr más bien dicho arrancan las
fieras a correr… Yo lo hago unos minutos más tarde cuando llega la parte “llana”
y a la primera subidita…
Diós!! Veo que realmente el motor está averiado totalmente,
pego una sudada y no llevo ni 5 kms en las piernas. Intento no mirar arrib sinó
solamente a mis pies, pasito a pasito y subiendo poco a poco… Creo que a veces
veo estrellitas y todo… En fin, no me quiero alargar más llego al campamento
casi de la mano de Óscar Caparrós, no se ha separado de mí ni un minuto, me ha
ayudado en todo lo que ha podido y se lo agradezco sinceramente, la paciéncia que
ha puesto en mí no fue poca.
2ª etapa:
Toca salir a las 8 pero se hacen 2 grupos por los que el día
antes tuvimos problemillas.
Entonces somos 10 que salimos a las 7h.
Voy muy mentalizada de que hoy habrá que sufrir de valiente
porqué la etapa es larga y de muchísimo desnivel, casi todo positivo
exceptuando la bajada final hacia el campamento.
Óscar de nuevo a mí lado ayudándome en todo, me vuelve a
prestar sus palos como el día anterior porqué yo no llevo y con ellos me ayudo
en lo que puedo hasta el primer avituallamiento, ahí está el otro de los médicos
Josep, con la cara que pone al verme… No creo que me vea demasiado bien, pero
yo me encuentro con “fuerzas” no sé de donde las he sacado porqué la tarde y
noche de la jornada anterior tampoco conseguí comer nada. En el desayuno igual
y con sólo beber agua… Creo que no muy lejos voy a llegar.
De nuevo tenemos 5kms de subida mantenida hasta el segundo
control, intento masticar un cachito de barrita me cuesta una barbaridad y me
doy cuenta mientras tanto que hasta levantar los brazos para empujar de los
palos es realmente un sacrificio así que se los entrego a Oscar y le digo que
si a caso más tarde ya se los pediré…
Llegamos al control, bastante entera y consigo meterme un
caldo muy rico y unos frutos secos. Continuamos hacia más arriba, empezamos ya
a pisar nieve, que bello es todo el paisaje que tenemos a nuestro alrededor. Me
doy cuenta de que óscar se ha quedado un poco atrás, yo continuo pensando que
ya me cogerá y me quedo sola subiendo. Ya empiezo de nuevo a ir mal de barriga.
Tengo que hacer mis paradas habituales, que desastre!!
Paso un tramo todo helado, muy complicado con miedo a
caerme, pienso que si me caigo… No me levantaré!! Me encuentro a la pareja de
Jordis, al cámara y fotógrafo de la organización, ellos intentan sacar un buen
plano, unas buenas imágenes, son profesionales pero realmente se dan cuenta que
lo tienen complicado.
Continuo solita en un sube y baja bordeando el Pico Peak a
unos 3800.
Bajo más y más y llego al esperado control, este es el
tercero y último.
Caldo calentito y trocitos de manzana que se me ponen bien.
Mientras tanto llegan Jaume Tarés y Toni que gracias a sus ánimos la subida
hasta los 3800 de nuevo no se me hace tan horrible. Una vez arriba disfruto de
unas imágenes únicas para mis retinas.
Un sol espléndido que ilumina todo bello paraje, los pilares
más altos delante de mí cubiertos de nieve. Esta etapa aunque sea la misma de
la pasada edición parece que sea otra, no pudimos ver nada porqué estaba todo
nublado y completamente helado tuve que necesitar el cortaviento y guantes y
este año con manga corta aún tenía calor.
Empiezo el descenso y llego al campamento con sensaciones,
creo que mejores que el día antes. Esto me ayuda a pensar que ya me estaré
recuperando.
Como un poquitín, duchita, otra sopita y descanso en el
saco.
Antes de la cena que bien!! Los cherpas han encendido una
mega hoguera porqué a la que desaparece el sol y anochece hace un frío que te
mueres. Entre risas, chistes y vivéncias de unos y de otros se nos hace la hora
de la cena. No tengo hambre, casi no ceno.
3ª etapa:
Menos mal que no es dura como la de ayer aunque si que es
larga y en mi estado se puede convertir más larga que un día sin pan. Así es!
Vuelvo a tener la compañía de Óscar, también de David al
principio, les digo que tiren, que yo voy hacer realmente lo que pueda y sólo
se queda Óscar.
Que paciencia que tiene!!! Aunque aprovecha para sacar
buenas fotos. Yo no puedo ni saludar a la gente cuando oigo:
-Namaste!
Llego al campamento muy enojada, no lo estoy disfrutando
nada, tengo la sensación que llevo días intentando terminar esta 3ª etapa y sin
embargo sólo hemos hecho 30kms.
Paso mala tarde aunque intento descansar lo que pueda para
que mi cuerpo se recupere antes de la cena.
Núria me comenta que en la cuarta etapa me acompañará, que
tiene una de las rodillas mal y que no va a correr…
Yo contenta aunque no paro de insistirle que se va aburrir
muchísimo ya que a penas puedo andar a ritmo.
4ª etapa:
Salimos a las 8h con una suave bajadita, me obligo un poco
hasta que nos encontramos con la subida fuerte de la etapa, esta es dura, me
mentalizo que una vez arriba ya todo va a llanear con breves sube y baja.
Las sensaciones son peores y sin decir nada ya voy viendo
que me será imposible terminar esta edición, me lo voy guardando dentro de modo
que si durante la etapa no observo mejora… Lo voy a dejar!!
Nuria me compra una coca-cola pasado el 1r avituallamiento a
ver si ocurre un milagro, nada de nada, aún peor, mi traquea empieza arder, la
barriga cada vez peor, las horas pasan deprisa, los kms cada vez más lentos,
los latidos también cada vez más rápidos y mis piernas cada vez más temblorosas
y adormecidas ya de vuelta al campamento entro en otra dimensión, por cerca que
tenga a Nuria la oigo lejos que me cuenta historias, se ríe, le digo que quiero
reirme también pero que no puedo, me
mareo y al cabo de poco vuelvo a vomitar a escasos kms de la llegada.
Una vez en el campamento con Iñigo llegamos a la conclusión
de que no vale la pena sufrir, que primero es la salud y luego el disfrute, yo
no estoy disfrutando para nada y al no dar un respiro a mi cuerpo este no se
recupera. Necesita comida, a mi no me entra y es imposible recorrer estas
inmensas montañas a base de solo agua.
Antes de intentar cenar me voy a descansar de nuevo, tengo
sueño y estoy agotada…
Tengo la sensación que me tiraría días dentro del saco sin
comer ni beber si nadie me despertara…
En la cena de hoy es especial, hoy coincidimos con los
acompañantes y hay muy buen ambiente aunque a mí tanto jaleo me enoja.
Hace minutos he llamado a Pep y le he confirmado que abandonaba
la carrera.
Después de todo parece que paso “mejor” noche ya no tengo
claro los términos de mejor y peor y con tristeza e impotencia veo salir todos
mis compañeros. Muchos de ellos han insistido en que no abandonara y les
agradezco todo su apoyo y ayuda pero una cosa es escuchar a mi mente y corazón
y la otra es lo que me deja hacer mi cuerpo y este está bajo mínimos.
Hasta aquí la
ETR.
No todo fue tan horroroso, explicado así entiendo que suene
muy mal, por eso no quiero poner muchos detalles y por eso también me ha
costado ponerme delante el ordenador a redactar la crónica.
Ahora, en estos momentos os aseguro que volvería!!!
En la última etapa, la seis, aunque yo ya no me encontraba
en carrera, realmente fue un día bonito ver llegar a todos los corredores, con
aquella felicidad. Ellos estaban muy felices de llegar a meta pero no eran
conscientes de la energía que desprendían a todos los que los recibíamos y nos
encontrábamos ahí, detrás de la meta esperándolos.
Ya no me sentía triste, para nada, sabía que había echo lo
correcto después de dar más de lo que pude y feliz de poder tener aquél momento
que cada uno me regalaba tras cruzar la meta. Sobretodo el momento especial
vino de la mano de Núria, su llegada me emocionó… Tenía ganas de volverla a ver
y de que me hiciera reir de nuevo. Ahora ya me veía con más fuerzas.
A la mañana siguiente marché de Lukla con el último de los
grupos y llegamos al aeropuerto de Katmandú al mediodía.
Llevaba horas sin comer y mi estómago me pedía comida a
gritos… Que bien!!
He recuperado el hambre!!
Lentamente me fui recuperando y ahora después de retomar mi
vida normal te vienen los buenos momentos en la cabeza, día que pasa… Cada vez
más los buenos momentos!!
Aquí también aprovecho para colgar un escrito de Jordi Abad,
me llegó al corazón directamente con tan verdaderas palabras:
Hola Marta, una lastima esos problemas que te han impedido terminar la ETR. Leyendo la crónica y habiendo visto todo aquello por la tele, uno se hace a la idea de lo duro y bonito que puede ser esa aventura. Animo y a por la siguiente! Un saludo.
ResponderEliminarFran, yotambientengouno.blogspot.com