Otra nueva Trans en mis piernas y digo “otra nueva” porqué
desde la del 2008 que gané hasta ahora van 3 y ha llovido tanto hasta el
momento que este año al ser el décimo aniversario le cambian parte del
recorrido siendo este más agresivo, interesante y exótico en la primera parte.
Aunque es de noche cuando salimos yo ya tengo la particular suerte de haber
entrenado este tramo hasta Artenara con mi gran amigo Fernando Ruiz, de día,
gozando de unas vistas espectaculares, parecía que estábamos en no sé donde cuando
en realidad habíamos salido des del Puerto de Agaete hasta el bello pueblo de
Artenara pasando por Tamadaba, de decir, un espectáculo de la naturaleza en
vivo.
Salimos a las 00:00 mega puntuales del Puerto de Agaete con
máxima expectación de gente ansiosa para ver más y más corredores dispuestos
recorrer 119km con 7300m de desnivel positivo. Formábamos una serpiente de
colores con nuestros frontales encendidos hasta el amanecer.
La subida se notaba y es que en solo 10km, subimos hasta
1300m.
Tenía clarísimo que no quería desgastarme ni un pelín en
esta salida, la carrera empieza mucho más adelante y encima con el catarro que
arrastro des de hace días no tengo idea de cómo va a desencadenar esta aventura
que para empezar me gusta mucho. Aún así le temo a la meteo, las previsiones no
son favorables para nosotros aunque para mí a lo mejor si, yo le temo más al
sol que al frío que pueda hacer.
Así que conforme avanza la noche llega el viento, la lluvia
y la niebla, estos 3 ingredientes no nos abandonarán hasta finales del
recorrido.
En los primeros avituallamientos paro demasiado rato de lo
que tengo por costumbre de hacer. Luego me doy cuenta que mi temperatura
corporal desciende y hago lo que es habitual en mi, casi ni paro en los
avituallamientos, eso si, la hidratación la llevo al 100 x 100 porqué hay
montón de humedad y sudo demasiado, empiezo a meterle más ritmo y con ello a
sentir buenas vibraciones en mi cuerpo, se puede decir que voy saboreando todo, el
tiempo que está haciendo desvela paz en el entorno que nos movemos, hay un silencio que nos envuelve y solo escucho el ruido de mis pisadas, el aire que respiro y veo una
belleza extraordinaria a mi alrededor. Me voy cruzando con corredores conocidos ya de las
carreras echas en Las Islas y vamos haciendo la goma con Jonathan, otro amigo
con el que llevamos juntos des de la salida.
Lo que peor llevo a ratos es la tos, me dan pequeños ataques
y a veces la voz parece que está a punto de desaparecerme, a ver si voy a
llegar sin ella, lo pienso en algunas ocasiones… Y no me gustaría!
Los kms pasan rápidos y me encuentro bien de piernas con el
sube y baja del recorrido.
La mancha no funciona tan bien pero no me obsesiono porqué
esto indica lo que se preveía, no hago entrenos de calidad y esto se paga, así
que empiezo a mentalizarme y sobretodo prepararme para la parte final no tocará
más que sufrir, esta forma de pensar me ayuda a tirar de las riendas y por el
momento de forma muy positiva porqué me encuentro con corredores pasarlo mal y
yo parece que esté en mi salsa, esa temperatura “fresquita” me viene de perlas.
Pasado Bentayga y ya con la luz del día aún mejoro más
aunque la lluvia también se hace notar más, voy empapada de agua hasta las
cejas.
El terreno siempre sube más que baja y las subidas las hago
de menos a más, bien, pero las malditas bajadas que no serían muy técnicas sino
estuvieran tan resbaladizas por el tiempo se acaban convirtiendo en una cruz,
las temo a morir, aún así mis cuadriceps aguantan bien, comos unos auténticos
campeones, vamos vamos.
Buaah!! Primera subida que se me atraviesa un tanto, es
cuando nos acercamos al Roque Nublo, parecía que el final de esta nunca había
que llegar, casi 20kms de sólo ir hacia arriba con 1500 metros
aproximadamente de desnivel positivo con pequeños tramitos para recuperar pero
es que cuando toca ascender de nuevo mis piernas y pulmones me están pidiendo
oxigeno y socorro a cántaros.


En Garañón hay mucho ambiente y esto consigue distraerme y
pensar en positivo ya que después del tramo anterior como os he dicho me
bajaron los ánimos.
Sigo… hasta Teror y es que para llegar a este pueblo se hace
más largo que un día sin pan y yo apenas como de este… Así que imaginaos.
Antes del pueblo mencionado, que horror, pasamos por
pequeños y grandes barrancos habituales en las islas, muy feos, voy cansada y
me cuesta a estas alturas encontrar algo que me motive y caiga en gracia.
Exceptuando unos compañeros, Raúl, Mayayo, creo, y el tercero no recuerdo su
nombre. Estos se portan de maravilla conmigo, vamos haciendo la goma y con
ellos llego hasta Tenoya.
Otro barranco y este si que es feo feo, se me atraganta más
de la cuenta. Piedras y piedras que me impiden llevar un trote para poder
avanzar más rápido. Sólo me falta jugar a fútbol con estos codulos que parecen
balones.
De vez en cuando me alcanza algún que otro corredor e
intento seguirle sin que este se me escape, pero que va, se que tengo mucha
cabeza para estas cosas y en los malos momentos es lo mejor que tengo para
siempre salir adelante. Aunque este instante reconozco que me supera igual que
las horas que pasan demasiado rápidas, soñaba con hacer la Trans en unas 20 horas y lo
haré con 22.
En esto que oigo acercarse la voz de Jonathan por detrás
junto a Raúl su amigo que le está haciendo de liebre en la parte final.
Los veo muy animados los dos y me ayudan a llegar a meta
pudiendo salir del pozo donde llevaba rato metida, consigo distraerme y más
cuando veo la posibilidad de rebajar un puesto en chicas aunque no tengo
conocimiento de la posición en la que estoy me da igual solo me vale la energía
positiva que de nuevo vuelve a reinar mi mente, mis piernas ya cansadas dejo de
escucharlas, aprieto los dientes, me pongo el buff que llevo delante la boca
para no espirar más aire frío, el cuello lo tengo echo una piltrafa y me siento
débil porque hace rato que ya no como, al bajar el ritmo ya descuidé mi
alimentación, cosa que nunca se debe hacer, todos estos estados intento no
escucharlos para así llegar cuanto antes a la esperada meta.
Que llegada más bonita, ojala pudiera correr una carrera
algún día llevando todo el rato las
sensaciones que tengo al cruzar la meta. Estos momentos son los mejores, los
que me hacen que sea mas feliz y que me guste tanto este deporte que es correr
por la montaña.
Al final fueron 22 horas y 4 minutos.
Quedando en el puesto 9 de féminas.
Para que podáis revivir un poquito lo que fué la Trans de este año y los paisajes tan exóticos que nos deleitaron a veces nuestras retinas aquí va un pequeño largometraje:
Espero que os haya gustado y hasta la próxima!!
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